miércoles, 18 de septiembre de 2013

Capítulo 7.

Ambos suben la escalera, silenciosos. Es ella quien decide romper el hielo.
-¿Estás enfadado? -Casi susurra. Sus labios están morados y en cierto modo Ashton se siente culpable de haberla dejado allí durante quince minutos, soportando el frío invierno.
-No -dice, tajante.
-No te creo. No es mi culpa que tenga exámenes, ¿sabes?
-Ya lo sé, Isabella. De veras que no estoy enfadado. Sólo... desconcertado. No sabía que vendrías.
Una pausa aparece al subir el último escalón. Ashton se detiene e Isabella lo imita un escalón por encima. No entiende por qué se para. Quizás la quiera echar de su casa. La espera es interminable.
-Espera... ¿Cómo sabes dónde vivo?
Es una historia muy graciosa. Al menos a ella se lo parece. Pero no se la va a contar, es algo extraño.
Cuando le ha contado todo a Daniela, ésta se ha puesto eufórica. Incluso más que Isabella. Le ha obligado a visitarlo y según ella, "arreglar las cosas", con lo que se refería a besarse durante horas.
-Vas a ir a su casa y le vas a sorprender. Eso le gusta a los chicos. -Había dicho Daniela cuando la había llamado por teléfono.
Todo estaba bajo control, su madre se había dormido viendo la película de Antena 3 y hasta las seis no despertaría.
-Qué sabrás tú sobre lo que les gusta a los chicos.
-Soy una cinéfila excepcional. Ahora tracemos el plan. -Hizo una pausa y se oyó cómo tecleaba en su Blackberry de color blanco-. Preguntaré en mi grupo de Ashtonáticas dónde vive Ashton. Somos quince, seguro que alguna contesta. Mientras cuéntame qué tienes pensado hacer.
-No voy a planear nada. Lo que salga en ese momento.
-¡Eso es una tontería! Déjame decirte que no eres muy experta en el amor y deberías tener un plan. No te ofendas, pero con Álex mira cómo te fue.
-No me fue. No fuimos...
-Ya -la interrumpió Daniela-, Andrea ha contestado. Está a cinco minutos de tu casa. Si vas andando quizá diez. Pregunta que para qué quiero saberlo.
-Un trabajo de Inglés sobre tu ídolo.
-Un trabajo sobre mi ídolo -dice, haciendo pausas para escribir en su móvil-. Carita feliz.
-Dime la dirección e iré ya.
-¿No quieres que te acompañe?
-No, iré sola. Tú sólo quieres... ¿cómo es? ¿Fan qué?
-¡Fangirlear! -Comenta casi indignada.

-¿Que cómo lo sé? Intuición femenina.
-Sí, claro -dice entre una risa pronunciada. El comentario le ha hecho gracia-. Daniela, ¿verdad?
-No, intuición femenina. -Susurra su voz acompañada de un guiño de ojo.
Ashton empuja la puerta e invita a pasar primero a Isabella.
Stan se encuentra de pie, con un trozo de pizza en la boca y el rostro lleno de tomate.
-Hola -dice con la boca llena.
A Isabella se le escapa una carcajada y la intenta silenciar colocando ambas manos en su boca.
-Lo siento, no pretendía reírme de ti. 
-No te preocupes -dice Stan, con una sonrisa.
Ashton ríe y se sienta en el sofá.
Disfruta viendo cómo Isabella admite que se equivoca, se sonroja o se muestra segura y sarcástica. Es así todo el tiempo. ¿Disfruta con ella?
-Tenemos una invitada para comer -dice intentando reprimir sus pensamientos.
La idea de ser adicto a ella le asusta y teme que se haga realidad algún día. Un día quizás no muy lejano.
-¡Genial!
Stan parece entusiasmado. Se traga la porción de pizza y se limpia con las mangas del jersey. El tomate se ha quedado incrustado en ellas.
-Sólo os pido que no seáis demasiado empalagosos, odio ese tipo de parejas.

Stan la ha fusilado a preguntas y en la mayoría de ellas se ha sentido incómoda. Stan le caía bien, pero en esos momentos deseaba no haber ido a casa de Ashton.
Ashton le había dicho que se callara más de una vez, pero él había seguido preguntando.
-¿Eres virgen, Isabella? -Pregunta Stan, después de tomar un trago de cerveza.
Isabella mira a Ashton. Desea que se muestre agresivo con él y le diga que no le importa ese tipo de cosas. Pero no lo hace. Y es porque a Ashton le interesa mucho esa pregunta.
-¿Me estás preguntando esto en serio?
-Totalmente.
Isabella siente la rabia. Se levanta del sofá y las palabras salen de su boca, casi sin darse cuenta:
-Me ha parecido bien que me preguntaras por mi edad, mi instituto, mis notas, mi dirección e incluso sobre mi familia. Pero esto me parece excesivo. Está bien, me marcho.
Sin esperar respuesta, coge su mochila y sin mirar atrás, abre la puerta y baja rápido las escaleras.
Quiere salir cuanto antes de allí, volver a casa y llamar a Daniela.
Pero algo la retiene del brazo. Es una mano.
Se da la vuelta y descubre a Ashton.
La mira detalladamente y hasta se da cuenta de que tiene los ojos rojos.
-¿Te marchas?
-Sí.
Se desprende de su mano y sigue bajando las escaleras. Pero de nuevo la retiene.
-¿Por qué?
-¿En serio lo preguntas? Tu amigo me ha bombardeado a preguntas. La última sobraba, Ashton. Esperaba que lo frenaras, pero no lo has hecho.
Su cabeza le ordena que se marche, pero su cuerpo no responde. Sólo siente la mano de Ashton en su brazo.
Y es una sensación tan genial, que no piensa en nada más.
-Lo siento, pero...
-¿Tanto te interesa la respuesta? -Le interrumpe Isabella.- Sé que te interesa. Sino, lo hubieras parado.
Durante unos instantes, Ashton duda si responder. Suelta a Isabella y se pasa la mano por el pelo.
-Me interesa la respuesta. -Comenta con una media sonrisa.
-¿Acaso si soy virgen no querrás salir conmigo? ¿O y viceversa?
-No es eso de veras, quédate.
Ahora quedará fatal si se queda. Quiere marcharse. De veras que quiere marcharse. Pero cuando su cerebro reacciona, su cuerpo se encuentra en la puerta de arriba, de la mano de Ashton y contemplando la cara de Stan.
Lo ha conseguido, ha conseguido que se quede. Sólo quiere pasar un rato con ella.
-Si vuelves a hacer preguntas así, te vas de aquí -amenaza Ashton.
Stan se pasa un dedo por los dientes para retirar un trozo de pepperoni.
-¿Tanto te gusta?
Isabella quiere estar bajo tierra. ¿Cómo puede ser un tío tan desagradable? De verdad, no lo comprende. Y eso que son amigos de toda la vida.
Mira a Ashton y descubre que la está mirando. Esta situación es igual de comprometida para ambos.
-Stan, no te pases.
-Sólo pregunto. A la prensa le interesaría esta historia de amor -dice resaltando entre unas comillas la palabra amor.
-¿Me estás chantajeando, Stan?
-Para nada. Sólo digo que interesaría.
Luke aparece por la habitación. Se sienta un segundo y después gira la cabeza mientras mira a Isabella.
Se acerca poco a poco a ella y le huele el vaquero. Isabella se agacha y le acaricia. El cachorro busca sus manos y casi se duerme con sus caricias.
Menos mal, le ha gustado.
Sin esperar respuesta, Ashton coge de la mano a Isabella y tira de ella suavemente hasta su habitación.
Las paredes son totalmente blancas, la cama es negra y tiene un escritorio y un gran armario. En la pared principal tiene un corcho gigante de fotos.
-¿Ese es Josh Hutcherson? -dice señalando una de en medio.
-Sí, lo conozco desde hace varios años. ¿Te gusta?
-Es guapísimo. Daniela está enamorada de él.
-¿De quién no está enamorada Daniela? -pregunta mientras ríe.
Isabella avanza hasta la cama. Suelta la mochila en el suelo y se sube a ella. Apoya su peso en los brazos sobre la cama y mira expectante a Ashton con los brazos cruzados, en el marco de la puerta.
Éste avanza hasta la cama y se detiene en el borde, de pie. Observa el rostro de Isabella y sonríe.
Se acerca a ella y la besa.
-Yo... venía a estudiar -susurra Isabella mientras intenta recuperar la respiración.
Ashton la mira y le dedica una media sonrisa pícara.
-Bueno, también puedo estudiar otro día.

2 comentarios:

  1. ¿Para cuándo el siguiente? Llevo esperándolo desde hace tiempo...

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    1. ¡Hola! Estaba esperando para encontrar ideas. Si puedo lo subo hoy, y si no prometo que la semana que viene. ¡Gracias por preguntar! Besos.

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