miércoles, 13 de noviembre de 2013

Capítulo 12.

No especialmente. No lo ha arreglado para nada. ¿No ha pensado en que ahora estarán vigilando su casa? No podrán verse nunca. La idea le entristece.
No lo has arreglado. Quizás para mí, pero para nosotros no. ¿No te vigilarán para saber quién es tu novia?
Mierda.
No nos veremos mañana, ¿verdad?
La respuesta llega varios minutos después.
Te recojo a la salida de clase y venimos a mi casa, no creo que nos vigilen.
Así que duermen más tranquilos, aunque sin saber lo que pasará mañana.

-Me dio un ataque cuando lo oí decir eso. Mi madre me dijo que qué me pasaba, y le dije que tenía feelings. Se rió de mí.
-Imagínate cómo estaba yo. Seguro que me ruboricé.
-¿Lo verás hoy?
-Vendrá a por mí a la salida. Nos vemos mañana o esta tarde, ¿vale?
Daniela asient3 y se sientan en sus sillas para comenzar con Ética.

Lleva aparcado unos cinco minutos en la entrada del instituto. Bastantes paparazzi lo han esperado en su casa. Por suerte los ha despistado. O eso espera.
Estoy en la entrada. El coche negro del primer día.
Así que, cuando pasan los minutos, la ve llegar. El pelo castaño suelto, por la mitad de la espalda. Unos vaqueros negros, una blusa blanca larga y una chaqueta negra. Unas botas negras y su sonrisa particular.
Se detiene a observar todos los coches. Cuando encuentra el negro, sonríe y se dirige hacia él.
Se peina y se moja los labios. Ashton ríe. Se ha olvidado que puede ver lo que hace.
Abre la puerta y se monta en el asiento trasero.
-¿Qué tal?
-Aburrida. Se me hace raro verte conducir.
-Soy todo un peligro. Se me da mejor la moto.
Y ambos sonríen.

Ashton aparca y se da cuenta de que los paparazzi siguen en su puerta.
-Mierda.
-¿Y ahora qué hacemos?
-¿Prefieres quedarte sola hasta que se vayan o arriesgarte?
-No me voy a quedar sola aquí.
-Pues ponte la capucha y ve detrás de mí.
Ashton se baja, abre la puerta y agarra de la mano a Isabella antes de que ella deje la mochila en el coche.
Son dos metros, algo fácil.
Pero cuando están en la puerta, un paparazzi le quita la capucha a Isabella y ambos se miran.
-¿Eres gilipollas? -Le dice Ashton al paparazzi.
-¿No es menor?
-Entra.
Isabella obedece y entra a su casa.
-Iros a tomar por culo. Dejadla en paz. Sobre mí decid lo que queráis, pero no de ella -dice, y se acerca al periodista que le ha quitado la capucha-. Y tú, no la vuelvas a tocar.
Portazo.
-Sube -le ordena a Isabella, que está sentada en las escaleras. La coge del brazo y tira de ella-. Venga.
Ésta se suelta.
-No me hables ni me trates así. No es mi culpa que seas famoso. Ni que estés enfadado con esos periodistas.
-¿Quieres subir o quedarte en las escaleras?
-Sólo si me llevas a cuestas.
Ambos sonríen ante la proposición.
-Ahí te quedas.
Sube dos escalones y la examina.
-¿En serio no vas a subir? -Continúa.
-Si no me subes no.
Así que se acerca a ella y la sube a sus espaldas. Ella enrosca sus piernas en su cintura y empieza a subirla por las escaleras.
Son cuarenta escalones, e Isabella no está para nada delgada. Por lo tanto, a los veinte escalones, Ashton toma aire en una pared.
Isabella empieza a besar su cuello mientras están descansando en la pared. Su espalda contra la pared. Su pecho contra la espalda de Ashton. Sigue besándolo.
Ashton la baja rápidamente y se da la vuelta para observarla. Pone una mano al lado de su cabeza y su mano izquierda en su cintura.
Primero la besa dulcemente. Después más brusca y apasionadamente. Por último más suavemente.
Le quita la chaqueta suavemente y se la ata a la cintura a Isabella. La sube de nuevo a sus espaldas y hace las veintes escaleras restantes en un minuto.
Abre la puerta de casa aún con ella a cuestas y la suelta en la cama de su cuarto. Se quita la camisa y la besa.
-Espera, espera -dice, separándolo de ella-. Te dije que era virgen. ¿No es demasiado pronto?
-¿No quieres probar?
-A ver, sí. Pero tengo miedo.
-No te va a gustar, pero intentemos hacerlo.

Ve cómo se marcha al baño y se viste. No. No le ha gustado nada. Aunque Ashton estaba tan guapo sin ropa. Siente las mejillas ardiendo.
Se termina de vestir y se va al salón.
-¿Isabella?
-¡Estoy aquí!
-¿Qué haces? -Le dice cuando se sienta a su lado en el sofá. Y la besa.
-Viendo un programa. No sé cómo se llama.
Un chico muy guapo, de unos veinte años, empieza a hablar sobre las parejas. Dice que su pareja murió hace un año en un accidente de coche. Que la echa de menos todos los días y a todas horas.
-No me gusta este programa, me pone triste -dice Isabella-. Quítalo, por favor.
-Un segundo. Cuando hable el chico de al lado, el viejo, lo quitamos.
Así que, a los dos minutos, el viejo hombre se aclara la garganta y sonríe.
-¿Sabéis qué? Tengo una opinión sobre el amor. No creo en las coincidencias, ni el destino. Sólo en la suerte. ¿Vosotros no? No fue justo que tu novia muriera en ese accidente, ni el destino. Aunque tampoco podría ser la suerte... -Dice.
-No parece muy listo, Ashton.
-Sólo tengo una cosa clara en la vida. Si tenéis a alguien importante en vuestra vida, nunca lo abandonéis. En la vida. ¿Cómo os conocisteis?
-En un grupo de amigos. Un día lluvioso.
-Mmmm... días lluviosos. Todos los buenos amores empiezan en un día lluvioso.
Como en el que se conocieron ellos. Ambos se miran e Isabella se sonroja. Ashton se acerca y le besa en la frente, mientras se ríen.

3 comentarios:

  1. Hola, me encanta tu novela y llevo mucho tiempo esperando a que subas más capitulos, pásate por mi novela ysiexistieralafelicidad.blogspot.com.es
    Un besito! @almu_auryner :) <3

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